Cuando Dios ya estaba acabando de crear el universo,
le quedaban un par de cosas por repartir,
así que decidió hablar con Adán y Eva. Les dijo que una de las cosas que aún le quedaban era algo que permitiría, a quien lo tuviera, hacer pipí estando de pie. - Realmente es algo muy útil, les dijo Dios, - y estaba pensando si les interesaría a alguno de ustedes. Adán empezó a dar saltos y le rogó, -¡Yo quiero eso! ¡Dámelo a mí, porque yo sé cómo usarlo! - Me parece que es justo la clase de cosa que un hombre debe poder hacer. - ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favoooooor! ¡Yo quiero eso!. Y seguía pidiendo, mientras tiraba una de las mangas de la túnica de Dios. Eva sonrió al ver esa escena y le dijo a Dios que si Adán deseaba tanto eso, debería dárselo a él. Así que Dios le dio a Adán la cosa que le permitiría hacer pipí de pie, y que lo tenía tan emocionado. Apenas lo recibió, Adán fue corriendo a probarlo sobre un árbol, y después escribió su Nombre en la arena, mientras reía a carcajadas, encantado de lo que podía hacer con su regalo. Dios y Eva lo estuvieron mirando un rato, y entonces Dios le dijo a Eva, - Bien, aquí tienes la otra cosa que tengo para repartir, y que creo que te pertenece. - ¿Y cómo se llama?, preguntó Eva. - Cerebro, respondio Dios. |
lunes, 2 de enero de 2012
"adan y eva"
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